miércoles, 20 de mayo de 2009

Rolfing



¡Señora! Después de tanta comida, un poco de ejercicio...

El método que le da la espalda al dolor y el estrés
Se llama Rolfing y manipula los tejidos profundos, corrige la postura, elimina el dolor de espalda y equilibra el cuerpo. El tejido que cubre nuestros músculos, huesos y órganos, tiende a dañarse, acortarse o estirarse, lo que provoca tensión en diferentes partes del cuerpo. Esto trae como consecuencia que otra región del cuerpo se exija para conservar el equilibrio, lo cual puede afectar nuestra vida cotidiana con diferentes dolores. Sobre estos tejidos se focaliza la técnica de reintegración estructural, más conocida como “Rolfing”.

El Rolfing es un sistema creado en 1920 por la estadounidense Ida Pauline Rolf (1896-1979), quien había obtenido su doctorado en bioquímica en la Universidad de Columbia en el año 1916. Al desarrollar su terapia, Rolf aplicó sus conocimientos del Hatha yoga, la técnica Alexander, la osteopatía y la homeopatía. Denominó su enfoque integración estructural porque se ocupaba del modo en que la estructura del cuerpo afecta su función.

En la actualidad, el Rolfing se utiliza fundamentalmente para reducir el estrés y facilitar la movilidad, corregir problemas de postura y reducir los dolores musculoesqueléticos y de espalda. Aunque, los partidarios de esta técnica, destacan que también alivia muchas otras afecciones.

¿Cómo funciona? El Rolfing se basa en la premisa de que el estrés físico y emocional, al igual que la gravedad, puede desestabilizar la alineación vertical del cuerpo y hacer que los músculos y el tejido conectivo, conocido como fascia, se vuelvan rígidos e inflexibles (la fascia recubre los músculos y los conecta con los huesos). Estos problemas pueden derivar luego en más estrés, enfermedades y pérdida del bienestar general.

El Rolfing propone realinear el cuerpo mediante el uso de una presión intensa y movimientos para estirar la fascia reducida y rígida, y hacer que recupere su forma. El objetivo es lograr que la fascia sea más suave y más flexible, y así restaurar su equilibrio natural en relación con los músculos, los tendones y los huesos.

Los profesionales manipulan la fascia en lugar de los músculos. En éste método, la presión de los nudillos, rodillas, codos y dedos del profesional sobre estos tejidos conectivos libera las tensiones reprimidas y el estrés. El Rolfing da por resultado mayor facilidad de movimiento, una mejor postura y una mejor salud emocional y física.

A lo largo de 10 sesiones de una hora, el especialista masajea el tejido con sus dedos y busca alinear el cuerpo en un eje imaginario. Una línea que une la oreja, el hombro, la cadera, la rodilla y el pie. Cada sesión tiene un objetivo específico, que se apoya en el trabajo realizado en la sesión anterior. Antes de comenzar la terapia, el profesional toma una fotografía del paciente para que al final se verifiquen las diferencias en la postura. Según quienes practican esta técnica, una vez que el cuerpo está alineado, se consigue una mayor flexibilidad que permite mejorar la salud.

¡Espero que aproveche este dato!

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