sábado, 29 de marzo de 2008

¡Hágalo Usted misma!


Señora, ¿quiere sorprender a su marido gratamente? Acá le traigo una receta exclusiva para preparar champagne (bah, espumante) casero. Directamente de Mirta, la enóloga en jefe de Bodegas Callia, a su hogar. ¡Y gratis! Si Usted es de las que se atreven a todo, no me lo agradezca ahora. Cuénteme después...


Lo que necesita:

- vino bajo en alcohol (o sea 12%)

- por litro de vino, 23 gramos de azúcar

- +1 cucharada de té colmada de levadura seca disuelta en agua tibia
- mezcle todo y embotelle


Cómo sigue esto:

- reserve en un lugar fresco y oscuro, con el pico de la botella hacia inclinado hacia abajo

- cada tanto, vaya rotando la botella

- pasados los 20 ó 30 días está listo para degollar (romper el pico de la botella) y sacar las borras (sedimentos)

- se cambia de botella con mucho cuidado y se tapa nuevamente.

- heladera y ¡a degustar!

martes, 25 de marzo de 2008

Lasagna de berenjenas Irka


¡Señora, vuelve la gastronomía diet a pedido de mi amiga Irka! En esta ocasión, la deleito con esta receta de lasagna completamente distinta a la que tiene en mente.


Qué necesita:

- berenjenas

- queso mozzarella descremado o, si lo prefiere, Por Salut descremado

- salsa pomarola light (que puede comprar o hacerla Usted misma con sus manos de hada)

- rocío vegetal

- queso rallado para gratinar (opcional)


Cómo se prepara:

Tome las berenjenas, envuélvalas de forma individual en papel de aluminio y cocine en el horno hasta que estén listas. Déjelas enfriar envueltas.

Cuando estén frías, córtelas en rueditas o a lo largo y acomode una capa en una linda fuente para horno rociada con el rocío vegetal. Sobre la capa de berenjenas coloque una capa de mozzarella o Por Salut. Luego alterne capas de berenjenas y de queso.

Cubra con la salsa pomarola light, agregue el queso rallado y gratine.

¡Un manjar!
Tip: yo acompañé este plato con un Don David tannat 2005 (Bodegas El Esteco)

viernes, 21 de marzo de 2008

Orígenes de las Pascuas

De acuerdo a la concepción cristiana, durante la Semana Santa se evoca la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es el momento más sobresaliente del calendario litúrgico.
Ahora bien, la pregunta es ¿qué relación tienen los íconos de la Pascua que hoy conocemos, tales como los huevos, las roscas y los conejos, con esta celebración? ¿Verdaderamente, se otorga hoy el mismo sentido religioso a este acontecimiento como en la antigüedad?

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha observado distintas festividades, consideradas sagradas para muchos feligreses. Sin embargo, con frecuencia ocurre que lo sagrado se mezcla con lo profano, formando un sincretismo de múltiples culturas. Muchas observancias paganas fueron cambiando de fecha, hasta coincidir finalmente, con la celebración de la Pascua.
El verdadero origen de la Pascua se remonta al año 1513 antes de Cristo, cuando el pueblo judío emprendió su éxodo desde Egipto, hacia la Tierra Prometida. Se celebraba cada año, como recordatorio de la liberación del pueblo hebreo.
En la víspera del primer día, se comían hierbas amargas mojadas en vinagre, para recordar la tristeza de la servidumbre. Y se narraban en tono cadencioso cánticos que hacían alusión a las diez plagas de Egipto.

El cordero de Pascua era escogido por cada familia. Con el tiempo, la ceremonia de inmolación fue llevada a cabo por la clase sacerdotal. El animal debía ser un macho cabrio, sano y de un año de edad. Se inmolaba al finalizar el día; y por la noche se comía con lechugas amargas. No estaba permitido romper sus huesos, ni dejar restos de carne. Por esta razón, los israelitas se reunían en grupos, para cumplir con las prescripciones de orden sagrado. Durante los siete días posteriores al 14 de Nisán (mes del calendario israelita correspondiente a marzo - abril del calendario español), el pueblo hebreo sólo comía pan sin levadura (no fermentado), al que llamaban "ázimo" o "pan de aflicción".

Por su parte, para los cristianos, la Pascua es la fiesta instruida en memoria de de la resurrección de Cristo. El registro bíblico dice que la noche anterior a su muerte, Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la Pascua judía. Posteriormente, instituyó lo que se conoce como la "Cena del Señor", y dijo a sus apóstoles "Sigan haciendo esto, en memoria de mi" (Lucas 22:19). La Cena del Señor debía celebrarse una vez al año; con ella se conmemoraba la muerte de Cristo.
La Nueva Enciclopedia Británica explica que los primeros cristianos celebraban la Pascua del Señor, al mismo tiempo que los judíos, durante la noche de la primera luna llena pascual (del día 14 de abib), del primer mes de primavera (14-15 de Nisán).
A mediados del siglo II, la mayoría de las iglesias había trasladado esta celebración, al domingo posterior a la festividad Judía. El Viernes Santo y el día de la Pascua Florida no empezaron a celebrarse como conmemoraciones separadas en Jerusalén, hasta finales del siglo IV.

Antiguamente, los clérigos eran los encargados de bendecir el cordero pascual y luego lo repartían entre ellos. Más tarde, el cordero fue sustituido por pequeños pasteles de carne de cordero, que se distribuían a los feligreses, luego de la misa.

Otros registros históricos mencionan que los orígenes de la Pascua Florida (en ingles "Easter") se remontan a la fiesta primaveral en honor a la diosa teutónica de la luz y la primavera, conocida como "Easter". La primavera era una época sagrada para los adoradores fenicios del sexo. Los símbolos de la diosa de la fertilidad; "Astarté" o "Istar" eran el huevo y la liebre. En algunas estatuas se la representa con los órganos sexuales toscamente exagerados, mientras que en otras figuras aparece con un huevo en la mano y un conejo a su diestra. La popularidad de esta deidad, se debió en parte a la amplia difusión que tuvo en la antigüedad la prostitución sagrada, como pare del culto.

En Cartago, se descubrieron urnas de colores brillantes, debajo de monumentos erigidos en honor a esta diosa, que contenían huesos carbonizados de niños y adolescentes. Sucede que los padres de las pequeñas víctimas (por lo general, personas de alto rango y con títulos) esperaban que los dioses bendijeran sus riquezas e influencias, mediante estos sacrificios humanos.

Según el libro Medieval Holidays and Festivals: "La celebración de la Pascua Florida recibió su nombre (Easter), en honor a Eostre, diosa germánica del alba y la primavera". Cuenta la leyenda, que Eostre abrió las puertas del Walhalla, para recibir a Valder, conocido como el Dios Blanco, debido a su pureza y también, como el Dios Sol, porque se creía que su frente suministraba luz a la humanidad. Originalmente, estos ritos de la primavera fueron concebidos para "ahuyentar a los demonios del invierno". Son notables las similitudes de los ritos; incluso la semejanza léxica y morfológica que tiene la palabra inglesa Easter (Pascua Florida), apenas diferenciada del nombre de la diosa pagana de la antigüedad.

Fue así como poco a poco, la tradición fusiona el significado cristiano con ceremonias paganas. Aquellos rituales, imposibles de desarraigar eran reasimilados bajo nuevas formas. El júbilo por el nacimiento del sol y por el despertar de la naturaleza, se convirtió en el regocijo por el nacimiento del sol de la justicia y por la resurrección de Cristo.

Los símbolos de Pascua
La introducción de celebraciones folklóricas en la liturgia cristiana no dejan de asombrarnos. Sin duda, de todas las costumbres pascuales, la más popular es la de los huevos de Pascua.
Durante mucho tiempo, estuvo prohibido comer en Cuaresma; no solo carne, sino también huevos. Por eso, el día de Pascua, la gente corría a bendecir grandes cantidades de ellos, para comerlos en familia y distribuirlos como regalo, a vecinos y amigos. Durante la Edad Media, en Semana Santa, era común que los censos feudales se pagaran con huevos. Y se estipulaba que el día de pago fuese el domingo de Pascua.

En Francia, por ejemplo, los estudiantes organizaban la "Procesión de los Huevos". Se reunían en parques y plazas y de allí partían hasta la iglesia principal. Durante el trayecto, golpeaban las puertas de las casas, para que cada familia les regalara huevos, que a posteriori serían bendecidor por un Cura párroco.

En esa época renacía el espíritu festivo. De las iglesias colgaban cientos de banderas y panderetas. Y cada joven llevaba colgado de su cuello, un cesto de mimbre lleno de huevos. Los más adinerados se hacían acompañar por jóvenes pajes, vestidos con telas multicolores de raso o de seda. La mayor parte de la colecta se destinaba para los hospitales de leprosos, o para los indigentes.

El ayuno era obligatorio. Por esta razón, se adopta la costumbre de cocer huevos y almacenarlos. Recién en la época del rey Luis XIV, se introdujo la idea de pintarlos, para después venderlos.
Entre los siglos XVII y XVIII, a la salida de la misa pascual, se ofrecían al monarca cestas cargadas de huevos dorados y decorados artísticamente.

En Hungría, era común que el lunes de Pascua, los pretendientes acecharan desde el amanecer a las jóvenes de su aldea, para llevarlas junto a las fuentes. Jugueteaban con ellas, las tomaban desprevenidas y les arrojaban en la cabeza un enorme cubo de agua. No conformes con esto, los muchachos reclamaban a sus víctimas una retribución, asi que la joven debía entregarle a su pretendiente un huevo y un beso. Ciertamente, esta costumbre estaba mucho mas asociada con los festejos de primavera que con el verdadero significado cristiano de la Pascua.

En cuanto al sentido religioso, en la historia, el huevo ha sido un elemento muy importante, dentro de las cosmogonías más primitivas. En la India y en países semitas de la región oriental, el huevo ha representado el germen primitivo, escondido en el agua.

En la cosmogonía védica se cree que las aguas originarias se elevaron y dieron origen a un huevo de oro, del cual salió el creador del mundo. En Egipto, el simbolismo del huevo se asemeja al mito griego de la Caja de Pandora. Se cree que el dios Osiris y su hermano, Tifón, lucharon respectivamente e introdujeron todos los bienes y males del mundo en un huevo. Al romperse el mismo, todos los males se distribuyeron por el planeta. También en Persia, como en Grecia y Roma, era muy común pintar huevos y comerlos en las fiestas, en honor a la primavera.

Las hogueras de Pascua
Originalmente, el incendio de hogueras, durante la época de la Pascua fue prohibido por la iglesia, por ser considerado como un símbolo pagano. Sin embargo, en Irlanda, San Patricio introdujo esta práctica, con el fin de sustituir la costumbre de los druidas, de encender hogueras en honor a la primavera, por el símbolo del fuego religioso y cristiano, en honor a Cristo. Este rito llegó a ser tan popular, que los Papas no tuvieron más remedio que incorporarlo a la liturgia de la iglesia occidental, hacia las postrimerías del siglo noveno.

Tradiciones Pascuales alrededor del mundo
La Pascua tiene distintas manifestaciones, en diversos lugares del planeta.
En Jerusalén (cuyo nombre significa "Doble Procesión de Paz"), la celebración comienza con una serie de procesiones. El Viernes Santo, miles de feligreses cristianos reconstruyen las últimas pisadas de Jesús. Más tarde, los peregrinos visitan el Santo Sepulcro; la tumba donde, según la tradición se colocó a Cristo. Mujeres vestidas de negro ungen la piedra sepulcral con aceite; lloran sobre ella y la besan.

En la Ciudad del Vaticano, el Papa celebra una misa especial. Para esta ocasión acude todo el cuerpo diplomático; centenares de cardenales, prelados y sacerdotes y monjas, además de miles de peregrinos, que llenan la Plaza de San Pedro.

Jerusalén, testigo de la presencia de tres religiones trascendentales para la humanidad: la judaica, la cristiana y la islámica. Sin embargo, la Pascua no siempre es sinónimo de solemnidad, misa y peregrinación. Pues muchas de estas "nuevas formas" de celebración tienen raíces en costumbres autóctonas y supersticiosas.

Para algunos filipinos, por ejemplo, la Semana Santa -conocida como "Mahal na Araw''- es una época para infligirse castigo. Pese a que esta práctica ha sido condenada por la Iglesia, muchos, queriendo hacer expiación pública de sus pecados, siguen practicando la flagelación.
Algunas mujeres se dirigen a distintos santuarios y limpian las imágenes de Cristo con un pañuelo. Luego, se aplican la prenda sobre el cuerpo, creyendo que de ese modo curarán alguna afección.

En ciertas regiones de Guatemala, los indios quichés oran arrodillados ante mazorcas de maíz (alimento básico de este pueblo). Sucede que la celebración de estos ritos tradicionales, en honor a la fertilidad, coincide con la Semana Santa. Su esperanza es que la Pascua les traiga una cosecha abundante.

Los finlandeses, en la noche anterior al inicio de Semana Santa están a la caza de los gnomos..., unas "criaturas parecidas a brujas" -según narra la tradición-, que cometen todo tipo de vandalismos, contra su ganado y sus propiedades. Se cree que estos supuestos gnomos, son en realidad mujeres ancianas, que llevadas por la envidia encuentran un malicioso placer causando infortunio a los vecinos más prósperos.

Pascua a la Argentina
En Argentina, todos los Jueves Santos, y a media mañana, se celebra la misa crismal en la Catedral metropolitana. Así se da comienzo al triduo pascual de la Semana Santa, que antecede al Domingo de Pascua. Participan de esta ceremonia todos los sacerdotes de la arquidiócesis de Buenos Aires; ocasión en la que el clero renueva las promesas sacerdotales que realizó cuando fue ordenado.

Por la tarde se oficia la misa de la cena del Señor, en la que se rememora la última cena de Cristo, junto a sus doce apóstoles, y la institución de la Eucaristía. Durante el oficio, el sacerdote celebrante lava los pies de doce ancianos como gesto de humildad.

En tanto que el Viernes Santo -día de ayuno y abstinencia-, un obispo vicario preside la Celebración, que evoca la pasión y muerte de Cristo. Al finalizar la jornada, se realiza el Vía Crucis, en la Plaza de Mayo y se recorren distintos templos aledaños.

El sábado está dedicado al lamento por la muerte de Jesús, mientras que el domingo se celebra la máxima fiesta de la Cristiandad pues es el centro del año cristiano.

En la provincia de La Rioja, por ejemplo, los feligreses peregrinan hacia el paraje denominado "Señor de la Peña", para evocar el sacrificio de Jesús. Se reúnen en un gran peñasco de quince metros de altura, ubicado en una zona desértica llamada "Barreal de Arauco", a 86 kilómetros de la capital riojana.

En la localidad de Tilcara, por las calles se efectúa la "Procesión del Cristo Yaciente". Y en cada esquina se colocan las tradicionales ermitas, que evocan pasajes bíblicos.

Lo cierto, es que poco a poco se va perdiendo en todo el mundo, el sentido religioso de esta celebración. Y por otra parte, habrá que ver qué se entiende, tanto hoy como ayer, por "significado religioso", ya que lo religioso no es exclusivo de las religiones más importantes de la humanidad que han perdurado hasta la actualidad. La religiosidad, en todas sus formas, existe desde tiempos remotos y aunque sea reconfigurada bajo nuevas formas, nunca termina de perecer. En algunos casos, sobrevive en la exposición de este mundo caótico; pera también "otra" religión, de características antiguas, que subyace y que fluye como caldo de cultivo, desde las entrañas de la Tierra y la memoria.

Hoy la Semana Santa es para muchos, sinónimo de "mini-turismo". Y como si fuera poco, desde el inicio de la Cuaresma, (los 40 días de preparación previos al domingo de Pascua), un tiempo supuestamente llamado al recato y a la penitencia, los obispos advierten la desnaturalización de esta conmemoración, provocada en parte por la continuidad de los festejos de carnaval.

Como quiera que sea, y pese a las distintas interpretaciones que tiene la celebración de le Pascua; este suceso continúa conmoviendo al mundo entero, creyentes o ateos. Porque más allá de lo sagrado o profano, la Pascua es una maravillosa conjunción de ritos, cultura, creencias y leyendas del imaginario y de la realidad.

miércoles, 19 de marzo de 2008

La Medalla de San Benito

La medalla de San Benito, propagada en todo el mundo hace más de 300 años, especialmente por los monjes benedictinos, es célebre por su eficacia extraordinaria en el combate contra el demonio y sus manifestaciones; en la defensa contra maleficios de todo género, contra enfermedades, especialmente las contagiosas, contra picaduras de serpientes y otros animales ponzoñosos; en la protección de animales domésticos, vehículos, etc.

Repetidas veces aprobada y alabada por los Papas, la medalla de San Benito, que une a la fuerza exorcizante de la Santa Cruz del Redentor –la señal de nuestra salvación– el recuerdo de los méritos alcanzados por la santidad eximia del gran Patriarca San Benito, es sin duda muy indicada para los fieles católicos.

La imagen de la Cruz representada en la medalla
Basta al cristiano considerar brevemente la virtud soberana de la Cruz de Jesucristo, para comprender la dignidad de una medalla en la cual está representada.
La representación de la Cruz despierta en nosotros todos los sentimientos de gratitud para con Dios, por el beneficio de nuestra salvación.
La Cruz causa terror a los espíritus malignos, que siempre retroceden ante ella, y apenas la ven se apresuran en soltar su presa y huir. Así pues, nuestra medalla, que representa en primer lugar la imagen de la Cruz, está en perfecta armonía con la piedad cristiana, y ya sólo por este motivo es digna del mayor respeto.

La imagen de San Benito representada en la medalla
La honra de figurar en la misma medalla junto con la imagen de la Santa Cruz fue concedida a San Benito con la finalidad de indicar la eficacia que tuvo en sus manos esta señal sagrada. San Gregorio Magno, que escribió la vida del Santo Patriarca, nos lo representa disipando con la señal de la Cruz sus propias tentaciones, y quebrando con la misma señal hecha sobre una bebida envenenada, el cáliz que la contenía, quedando así patente el perverso designio de los que habían osado atentar contra su vida. Cuando el espíritu maligno, para aterrorizar a los monjes, les hace ver el Monasterio de Montecasino en llamas, San Benito desvanece ese prodigio diabólico haciendo la misma señal de la Pasión del Salvador sobre las llamas fantásticas. Cuando sus discípulos andan interiormente agitados por las sugestiones del tentador, les indica como remedio trazar sobre el corazón la imagen de la Cruz. Por todo ello, es lícito concluir que era muy conveniente reunir en una sola medalla la imagen del santo Patriarca y la de la Cruz del Salvador.
Esto queda aún más claro al considerar que los dos grandes discípulos del siervo de Dios, San Plácido y San Mauro, cuando realizaban sus frecuentes milagros tenían la costumbre de invocar junto con el auxilio de la Santa Cruz, el nombre de su santo Fundador, y así consagraron, desde el principio, la piadosa costumbre expresada más tarde por la medalla.

Los caracteres que se leen en la medalla
Además de las imágenes de la Cruz y de San Benito, la medalla trae también cierto número de letras , cada una de las cuales representa una palabra latina. Las diversas palabras reunidas tienen un sentido que manifiesta la intención de la medalla: expresar las relaciones que existen entre el santo Patriarca Benito y la Santa Cruz; y al mismo tiempo, poner al alcance de los fieles un medio eficaz de emplear la virtud de la Santa Cruz contra los espíritus malignos.
Esas letras misteriosas se encuentran dispuestas en la cara de la medalla en que está representada la santa Cruz. Examinemos, en primer lugar, las cuatro colocadas entre los brazos de dicha Cruz:
C S
P B
Significan: Cruz Sancti Patris Benedicto; en castellano, Cruz del Santo Padre Benito. Esas palabras explican el fin de la medalla.

En la línea vertical de la Cruz se lee:
C
S
S
M
L
Lo que quiere decir: Cruz sacra sit mihi lux; en castellano, La Cruz sagrada sea mi luz.
En la línea horizontal de la misma Cruz, se lee:
N. D. S. M. D.
Lo que significa: Non draco sit mihi dux; en castellano, No sea el dragón mi guía.

Reuniendo esas dos líneas se forma un verso pentámetro, mediante el cual el cristiano expresa su confianza en la Santa Cruz, y su resistencia al yugo que el demonio querría imponerle.

Alrededor de la medalla existe una inscripción más extensa, que presenta en primer lugar el santísimo nombre de Jesús, expresado por el monograma bien conocido: I. H. S. (En el modelo más conocido de la Medalla de San Benito el monograma I. H. S. fue reemplazado por el lema benedictino PAX; en castellano, Paz). Vienen después, de derecha a izquierda, las siguientes letras:
V. R. S. N. S. M. V. S. M. Q. L. I. V. B.
Estas iniciales representan los dos versos siguientes:
Vade retro satana; nuncuam suave mihi vana
Sunt mala quae libas; ipse venena bibas
.
En castellano: Apártate, satanás; nunca me aconsejes tus vanidades, la bebida que ofreces es el mal: bebe tú mismo tus venenos.
Tales palabras se supone que fueron dichas por San Benito: las del primer verso, con ocasión de la tentación que sintió y de la cual triunfó haciendo la señal de la Cruz; las del segundo verso, en el momento en que sus enemigos le presentaron una bebida mortífera, hecho que puso al descubierto bendiciendo con la señal de la vida el cáliz que la contenía.

El cristiano puede utilizar estas palabras cuantas veces fuere asaltado por tentaciones e insultos del enemigo invisible de nuestra salvación. El mismo Jesucristo Nuestro Señor santificó las palabras Vade retro, satanaApártate, satanás– y su valor es cierto, una vez que el propio Evangelio nos lo asegura. Las vanidades que el demonio nos aconseja son las desobediencias a la ley de Dios, las pompas y falsas máximas del mundo. La bebida que el ángel de las tinieblas nos presenta es el pecado, que da muerte al alma. En vez de aceptarla, devolvámosle tan funesto presente, ya que él mismo lo escogió como herencia suya.

Basta que alguien pronuncie con fe tales palabras, para sentirse inmediatamente con fuerzas para arrostrar todas las embestidas del infierno. Aun cuando no conociéramos los hechos que demuestran hasta qué punto satanás teme esa medalla, la simple consideración de lo que representa y expresa, bastaría para que la consideráramos una de las más poderosas armas que la bondad de Dios puso a nuestro alcance contra la malicia diabólica.

Uso de la medalla de San Benito
No ignoramos que en este siglo mucha gente considera que el demonio es más bien un ser imaginario y no real; y así, puede parecer extraño que se acuñe y se bendiga una medalla, empleada como protección contra los ataques del espíritu maligno. Sin embargo, las sagradas Escrituras nos ofrecen innumerables pasajes que dan una idea del poder y la actividad de los demonios, así como de los peligros de alma y cuerpo a que estamos continuamente expuestos por efectos de sus celadas. Para aniquilar su poder no basta ignorar a los demonios y sonreír cuando se oye hablar de sus operaciones. No por eso dejará de continuar el aire siempre lleno de legiones de espíritus de malicia, conforme enseña San Pablo; y si Dios no nos protegiese, aunque casi siempre sin que lo sintamos, por el ministerio de los Santos Ángeles, sería para nosotros imposible evitar las innumerables celadas de estos enemigos de toda criatura de Dios.

Ahora bien, el poder de la Santa Cruz contra satanás y sus legiones es tal, que la podemos considerar un escudo invencible que nos hace invulnerables a sus flechas.

Concluimos entonces cuán ventajoso resulta emplear con fe la medalla de San Benito en las ocasiones en que más temamos los embustes del enemigo. Su protección, no lo dudemos, será eficaz contra todo tipo de tentaciones. Numerosos e innegables hechos señalaron su poderoso auxilio en miles de circunstancias en las cuales, o por acción espontánea de satanás, o por efecto de algún maleficio, los fieles estaban a punto de sucumbir ante un peligro inminente. Podremos igualmente emplearlo a favor de otros, como medio de preservación o de liberación, en previsión de los peligros que deban afrontar.

A menudo nos amenazan accidentes imprevistos, en tierra o en mar; si llenos de fe llevamos con nosotros la medalla, seremos protegidos. No hay circunstancias de la vida humana, por más materiales que fueren, en que ya no se haya manifestado por su intermedio, la virtud de la Santa Cruz y el poder de San Benito. Así, espíritus malignos, en su odio contra el hombre, embisten contra los animales empleados en su servicio, contra los alimentos que deben sustentar la vida; su intervención maléfica es muchas veces la causa de las enfermedades que padecemos; ahora bien, prueba la experiencia que el uso religioso de la medalla, acompañado por la oración, opera muchas veces el cese de las celadas satánicas, y un notable alivio en las enfermedades, y a veces hasta una curación completa.

Pizza salada de ricotta

Señora, vuelvo con la gastronomía. Esta riquísima pizza salada de ricotta es un comodín que no puede faltar en su cocina. Además es muy fácil de hacer y Usted puede agregarle los ingredientes que más le gusten.

Ahí va:
Necesita una ricotta entera (o descremada si usted está a dieta), sal, pimienta, cebollas de distintas variedades, morrones de distintos colores (si así lo desea), queso mozzarella y huevos.

Así la prepara:
Rehogue en una sartén las distintas cebollas y morrones cortados en fina juliana (tiritas, bah). Cuando estén listos, los coloca en un bol donde luego les agregará la ricotta, el queso mozzarella en cubitos, sal y pimienta, y 2 ó 3 huevos (depende del tamaño de éstos). Revuelva, pero que quede tipo rústica.
Coloque todo en una fuente rociada con Fritolin (tipo Pyrex, puede ser), mande al horno suave y cocine hasta que esté dorada. Espere a que entibie, porcione, sirva en cada plato y acompañe con una rica ensalada de berros de agua y tomates aliñada con lo que más le guste.

Para acompañar: una birra bien fría o un Sauvignon Blanc de Pascual Toso bien frío. Y después me cuenta.

¡Ojo! Si es de presión alta, puede cambiar los berros por hojas verdes.

martes, 11 de marzo de 2008

Galletitas para amantes del chocolate

¿Cómo? ¿Le dio el bajón de azúcar? ¡No hay problema (diría ALF)! Acá le dejo una receta para que haga volando y se le pasen todos los males.

CHOCOLATE COOKIES, by Nigella Lawson

Precaliente el horno a 170º. Derrita 125 grs de chocolate semiamargo a baño María. En 1 bol mezcle: 150 grs de harina, 20 grs de cacao en polvo (si es amargo, mucho mejor), 1 cucharadita de polvo de hornear y así de sal.

Bata aparte: 125 grs de manteca blanda con 120 grs de azúcar. Una vez que esté blanca, agréguele el chocolate derretido y mezcle todo.

Luego agregue 1 cucharadita de extracto de vainilla y 1 huevo, e integre los secos del bol. Puede agregarle nueces o avellanas o pistachos o las frutas secas que sean de su agrado. Se cocinan en 15 ó 20 minutos a horno suave sobre 1 placa enmantecada y enharinada.

Las prueba y me cuenta. ¡No creo que vaya a convidar!

Gracias http://www.nigella.com

lunes, 10 de marzo de 2008

¡¡Llegó el día!!

Las Girls en el casamiento de Pétalo (acá, con exclusivo modelito en color verde esmeralda, soñaaaadoooo). Registro Civil N° 1, Uruguay 740, después de dar el Sí.

jueves, 6 de marzo de 2008

8 de marzo - Día Internacional de la Mujer

Señora, le traigo un poquito de nuestra historia.
(http://www.cnm.gov.ar/leg_nac/legislacion.htm)

Obreras textiles de Nueva York, protagonistas del 8 de marzo:

Si la máquina del tiempo existiera, podríamos ver a Celia o a Elisa, junto con sus compañeras de fábrica, caminando por las calles de Nueva York a fines del invierno de 1857.
Era una época en la que cada vez más mujeres se incorporaban a la producción, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Pero las extenuantes jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus derechos. Era el 8 de marzo y las manifestantes fueron atacadas por la policía.
Pero no fue la primera ni la última vez que las obreras textiles se movilizaban. Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15.000 obreras marcharon por la misma ciudad al grito de "¡Pan y rosas!", sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida. Y, al año siguiente - también en marzo -, 140 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban encerradas en condiciones inhumanas.
Fue finalmente en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, que la alemana Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.
Siete años más tarde, cuando se conmemoraba este día en Rusia - febrero de 1917, para el calendario ortodoxo -, las obreras textiles tomaron las calles reclamando "Pan, paz y libertad", marcando así el inicio de la más grande revolución del siglo XX, que desembocara en la toma del poder por la clase obrera, en el mes de octubre del mismo año.

Pan, rosas, estatización y control obrero

Lentamente, y a medida que el feminismo ha ido cobrando fuerza en todo el mundo, el Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos. Año tras año, miles de mujeres salen a las calles de todo el mundo para demandar nuevos derechos, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que las discriminen o que rechacen el principio de igualdad de sexos y de oportunidades.
En numerosos lugares del mundo las mujeres siguen demandando derechos básicos como acceder a la educación, la cultura, el trabajo o la política. Las mujeres expresan hoy su voluntad de participar en condiciones de igualdad en sectores en los que tradicionalmente su participación ha sido minoritaria.

"Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional."(Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)

miércoles, 5 de marzo de 2008

Homenaje




05/03/1988 - 05/03/2008

Al más grande capocómico, mi homenaje sincero en el 20° aniversario de su partida. Acá, dos de sus inolvidables personajes: el Yeneral González y Rucucu en París.

¡Gracias, Negro!

domingo, 2 de marzo de 2008

¡Feliz Cumple Ernesto!

Fetejando nuestros cumples (el mío: 24/02 y el tuyo: 25/02) ayer en el Shopping Abasto de Buenos Aires, en compañía de Lucas, Maro y Callo y Cami. Estuvo rico y bueno, como siempre, jajajajajjajajajjjja.

¡Gracias por venir!