jueves, 15 de mayo de 2008

Yoga para la oficina

¿Vió cómo me ocupo de Usted, Señora?
Porque yo sé que Usted, además de ser ama de casa, también tiene que lidiar con el otro, su jefe. Pero tómese unos minutos y sáquele ventaja a tener que estar sentada frente a una computadora todo el día.

Fuerza, poder y energía para sentirse mejor

El Yôga Antiguo es es una manera de vivir, una filosofía, un movimiento cultural, fuente de herramientas para la evolución. Es fundamental tener en cuenta que esta cultura supera ampliamente el valor de sus técnicas cuando son practicadas "sueltas", es decir, separadas del conjunto.

Para tener en cuenta

Algunos puntos basados en el sentido común:
• No pase más de una hora sentado sin mover los músculos y las articulaciones. Haga pequeños "cortes" en su rutina de trabajo. Evite levantarse únicamente para tomar un café. Cambie esa acción por otra más saludable: camine, respire profundo, ejecute alguna de las técnicas que describo más abajo.

• El ser humano se concentra, por lo general, por períodos de alrededor de 40 minutos. Utilice esa concentración máxima hasta resolver lo que tiene entre manos, y distiéndase unos minutos antes de encarar la siguiente tarea.

• Finalice cada cosa que empiece. Esto va a disminuir la cantidad de trabajos a medio hacer al final de la jornada, aumentará la productividad y generará una sensación de "meta cumplida" que proporcionará bienestar.

• El trabajo sedentario puede generar varias formas de cansancio: físico (debido a la posición), mental (debido a las presiones laborales) y emocional (generalmente a causa del clima de trabajo). Reedúquese para mejorar en estos tres aspectos. Las técnicas de Yôga pueden ayudar.

Las técnicas

1. Respiración completa y ritmada: siéntese cómoda. Verifique que su espalda esté bien erguida, descontraiga los hombros y los brazos. Inspire por la nariz contando cuatro segundos. Llene completamente sus pulmones. Retenga el aire cuatro segundos y exhale por ambas fosas nasales, en cuatro segundos más. Así estará utilizando la respiración completa, con ritmo 1-1-1.

2. Grivavartênásana (semirrelax de pie): párese con las piernas ligeramente separadas, la respiración normal y el cuerpo inmóvil. Lleve la cabeza hacia atrás y haga una rotación completa para cada lado. Termine con la cabeza hacia atrás y haga una pequeña elevación de hombros, produciendo un agradable escalofrío de descarga, que se irradia desde la columna hacia los brazos.

3. Báhuvartênásana (rotación de los hombros): rote lo más ampliamente posible el hombro derecho, comenzando hacia delante, elevándolo hacia la oreja y luego llevándolo hacia atrás. Mientras el hombro derecho desciende, comience la rotación del izquierdo, y así continúe elevando alternadamente uno y otro hombro. Al cabo de unos segundos, invierta el sentido de esas rotaciones.

Pruebe realizar estas técnicas varias veces al día. Sólo le llevarán unos pocos minutos y sus energías se renovarán, para permitirle rendir más durante el resto de la jornada.

Bibliografía: DeRose. Yôga Avanzado, Ed. Deva´s. Buenos Aires. 2003.

Gracias: Natalia Sanmartín Gil
Instructora del Método DeRose
www.yogabuenosaires.com
www.uni-yoga.com.ar

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