La picada

Señora, ¿no me diga que esta foto de mi autoría no le despierta el apetito? Pero claro que sí. A mí también, ¡y eso que acabo de cenar!

El gran secreto de la picada es saber elegir y combinar los ingredientes. ¡Sí, es así! No crea que tirar cualquier cosa arriba de una tabla es "una picadita". No, my dear lady. Hay que esmerarse.

Vaya a la fiambrería y elija productos de calidad y variedad. No hay que poner mucha cantidad de algo, sino poca de varios, ¿me entiende, señora? Tampoco deben ser sólo fiambres. Adicione unas berenjenas en escabeche, un puré de garbanzos (en oriente se llama hummus), algunos morrones asados, unos tomatitos confit, aceitunas rellenas y sin rellenar, quesitos duros, semiduros y para untar sobre unas tostaditas que Usted misma puede hacer o, si tiene fiaca, comprar. Es más, si le queda un ratito, puede hacer algún quesito saborizado. También puede aprovechar esas milanesas que le sobraron del medidía.

Acompañe todas estas delicatessen con algún vinito de su agrado o una buena birra bien frapé, y después me cuenta. Como verá, Usted deja volar su imaginación y es sinónimo de éxito.

- "¿Y, viejo, te prendés con la picadita?".

- "Pero claro que sí, vieja. ¡Gracias, vos sí que me leés la mente!"