domingo, 4 de enero de 2009

6 de enero - Festividad de los Tres Reyes Magos

Los Reyes Magos, también conocidos como los Magos de Oriente, son personajes procedentes de la cultura popular cristiana. En la actualidad la religiosidad popular les ha asignado en algunos países una función, la cual es principalmente la de permitir afirmar a los niños que están siendo vigilados en su comportamiento por estos seres y que dependiendo del mismo, los magos les traerán regalos una vez al año, en la fiesta de la Epifanía.

El nombre de magos proviene del latín "Magi" y este del griego "μάγοι". Este término, sin tener el mismo significado que el actual, era un título que se le daba a las castas sacerdotales del zoroastrismo. Como parte de su religión, estos sacerdotes tomaban una especial atención a las estrellas, y ganaron una reputación internacional por la astrología.

La figura de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos de dichos relatos fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (que ni eran tres, ni eran reyes) quienes, tras seguir una estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, al que terminarán encontrando sólo en la figura de Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, sin embargo, les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de África, Europa y de Asia respectivamente.

Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento) sean admitidos como adoradores del Mesías, hay que tener en cuenta que el término griego μάγος (mago), no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a hombres sabios (así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés) o, más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras. Es usualmente aceptado que estos magos pertenecían a la religión zoroastra.

San Mateo nos deja ver que eran astrólogos que conocían con precisión el movimiento de la estrella. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y despierta la desconfianza de Herodes, pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro, incienso y mirra. Un ángel previene a los magos de las intenciones que Herodes guardaba, así que no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar a todos los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños de que debe huir a Egipto con los suyos.

A partir de ese relato, se han ido elaborando numerosas leyendas sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras, incluyendo el presunto estatus real. Los reyes magos son los encargados de amenizar con sus regalos a todos los niños del mundo.

Leyenda
La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La Estrella de belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Ravena, Italia. El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar...

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios Apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la Catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago.

Los nombres y número de los Reyes Magos
Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:

-Tres reyes magos: Sumado a la leyenda extensamente difundida por la Iglesia católica de que los llamados "reyes magos" fueron tres, lo cual se desprende del hecho de que fueron tres los regalos otorgados por los magos al niño Jesús. Incluso se les han asignado los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar", que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Galgalath" y "Serakin". Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.

-Cuatro reyes magos: Otras leyendas, indican que además de los tres reyes magos nombrados anteriormente, había un cuarto rey mago, el cual en algunas leyendas se le da el nombre Artabán. Este rey mago tampoco tiene fundamento bíblico.

-Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

-Los reyes magos, son conocidos también como los Santos Reyes.

Interpretaciones astrológicas
Según algunos autores, Jesús nació en Belen el 17 de Abril del año 6 a. C. y los Reyes Magos iniciaron la búsqueda del sitio de nacimiento en la Constelación del Cordero, Aries, siguiendo la trayectoria del planeta Júpiter como la Estrella de Belén, cuya retrogradación final marcó el sitio de su nacimiento y que su travesía desde Persia duró unos seis meses, llegando al sitio del nacimiento el 19 de Diciembre. A su paso por Jerusalén, la estrella en el bajo horizonte quedó escondida tras una colina que separa a Jerusalen de Belen, y la retrogradación la puso estacionaria sobre Belén.

Jesús tendría entonces unos 8 meses de edad, edad que explicaría la orden de Herodes de asesinar los pocos niños de Belén menores de 2 años, no los recién nacidos solamente. También a Jesus se lo llama el Cordero de Dios, lo que se entendería que había nacido bajo la Costelación del Carnero, signo zodiacal Aries y anunciado por el planeta Júpiter, visible a simple vista y brillante por estar en situación más cercana a la Tierra.

En la mitología (Romana) Griega, (Jupiter) Zeus, corresponde al padre de los dioses; y en el Árbol Sefirotal Cabalístico ocupa la posición número 4, que corresponde al signo Aries y a la Carta del Tarot llamada el Emperador, siendo el nombre de Dios en Hebreo "El", el misericordioso. El número de Bode es el 64, que por reducción cabalista (álgebra de residuos módulo 9=0) se convierte en el 10, última posición en al árbol sefirotal ( de las cifras ) que corresponde a la tierra reemplazado por el planeta Júpiter, letra kaph, que se conoce como Arcano mayor 10 bajo el nombre: "La Rueda de la Fortuna", en las cartas del Tarot.
Vale notar que la Tierra ocupa la posición 4 contando desde el sol:

Vulcano (Hephestos) o luna lado oscuro de la Tierra
Mercurio (Hermes),
Venus (Afrodita),
Gea ( sol o lado iluminado de la superficie de la Tierra),
Marte (Ares),
Júpiter (Zeus) y
Saturno (Cronos)

Este orden del Sol (Helios) proviene del Sistema Solar Asirio Caldeo, utilizado por los Hebreos, que corresponde a una visión Heliocéntrica vista desde la tierra, mal llamada Geocéntrica, que se obtiene intercambiando las posiciones de la Tierra y el sol, posiciones 6 y 10 en el Árbol Sefirotal, e introduciendo a la Luna, posición 9, en el puesto de Vulcano (planeta supuestamente contenido dentro de la Corona Solar). Este juego numérico exhibe una relación íntima entre Júpiter, el Sol y la Tierra.

Vale mencionar que los hijos de Júpiter eran anunciados a las madres antes de nacer, como lo fueron Sansón y Jesús en los relatos Bíblicos. Entonces el argumento del nacimiento de Jesús bajo el signo Aries, posición del Dios Padre Misericordioso (El Chesed), como el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, tiene sentido Bíblico y Astrológico.

Si los Reyes magos representaban las tres edades del hombre y los cráneos muestran suturas occipitales correspondientes en el Santuario de los Reyes Magos de Colonia, ¿cómo se explicaría entonces el haber sido hechos obispos y mártires en los años 70? La edad avanzada habría completado las suturas occipitales de los cráneos exhibidos con las sendas coronas en el santuario. Entonces si los cráneos son verdaderos no pudieron haber muerto al mismo tiempo 70 años más tarde, sino en una época más temprana.

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