viernes, 8 de agosto de 2008

La opción de ser feliz

Y cómo las técnicas del Yôga Antiguo pueden ayudar a cambiar sus condicionamientos.

"Obstáculos y dificultades forman parte de la vida, y la vida es el arte de superarlos", DeRose.

Hace poco leí que la vida es un diez por ciento como nos la tomamos y un noventa por ciento como la hacemos. Y yo creo que la felicidad depende de ambos factores, en proporciones similares. Todavía hay quien defiende la elección de no ser feliz, alegando que "la felicidad acontece sólo por momentos" y que "hay que estar preparado para cuando llegue".

La cultura SwáSthya aplica un concepto diferente, haciéndonos conscientes de que cada persona es aquello que construye. Si construimos cosas que nos hacen bien, vamos a prolongar los momentos de felicidad hasta hacerlos constantes. A comienzos del siglo XXI la psicología finalmente empezó a investigar acerca de las personalidades con tendencia al optimismo, y la capacidad que tienen las personas para ser felices. La llamada "psicología positiva" está otorgando fundamentos científicos al hecho de que el estilo emocional de las personas positivas mejora la calidad de vida en todos los aspectos.

Una vez más encontramos que el Yôga se ha anticipado empíricamente al sustento teórico que proporciona la ciencia, y desde hace más de cinco milenios utiliza esta ligazón entre la actitud y el bienestar mediante la práctica de técnicas que proporcionan alegría, autosuficiencia, fortaleza emocional y, sobre todo, generan que el practicante sea una persona más feliz, lo que contribuirá a prolongar su vida en años, dándole más tiempo para alcanzar la meta (el estado de hiperconciencia).

Tal vez usted piense: “pero mi jefe, mi trabajo, mis obligaciones, mi pareja… (etcétera) no me lo permiten. Si ese factor no estuviera en mi vida, yo sería una persona feliz”. Tal vez haya llegado el momento de asumir que la felicidad es un estado interno, bastante independiente de cualquier cosa que no sea la predisposición a disfrutar de la vida.

Las técnicas
Empecemos repasando una de las cinco pautas que forman parte del Código de Ética del Yôgin (extractado del libro Yôga Avanzado, de DeRose). Sin ser una técnica propiamente dicha, este concepto nos da una pista sobre cómo actuar en la vida cotidiana con respecto a la felicidad.

SANTÔSHA (contentamiento)
• El yôgin debe cultivar el arte de extraer contentamiento de todas las situaciones.
• El contentamiento y su antítesis, el descontentamiento, son independientes de las circunstancias generadoras. Surgen, crecen y rodean al individuo sólo debido a la existencia del germen de esos sentimientos en la esencia de la personalidad.
• Precepto moderador: la observancia de santôsha no debe inducir al acomodamiento de aquellos que utilizan el pretexto del contentamiento para no perfeccionarse.

Entre las técnicas propias del SwáSthya, encontramos un respiratorio que produce un estado de híper oxigenación eficaz para eliminar estados depresivos y ayudar a conseguir raciocinio rápido, conectándonos con el bienestar.

BHASTRIKÁ (respiratorio de soplo rápido)
• Inspirar y exhalar por las dos fosas nasales, produciendo un ruido similar al de un fuelle.
• El ritmo ideal es el de inspirar y exhalar en sólo un segundo (un segundo para los dos movimientos).
• Los iniciantes lo ejecutarán más lentamente para no perder el ritmo, utilizando la parte baja de los pulmones (respiración abdominal).

Y como conclusión, lo invito a revisar su actitud frente a las circunstancias de la vida, y evaluar si podría ser más positiva. Tal vez esa sea una de las posibles maneras de aumentar su nivel de felicidad.

Gracias:
Natalia Sanmartín Gil
Instructora del Método DeRose
www.uni-yoga.com.ar
www.yogabuenosaires.com

No hay comentarios: